Dragones del Océano: Los Nudibranquio

Por Daniela Altamirano


Los nudibranquios, también conocidos como babosas de mar, son organismos marinos con diversas formas, colores y comportamientos. Estos moluscos, que pertenecen a la clase Gastropoda, se encuentran en todos los océanos del mundo, desde aguas tropicales hasta las frías profundidades. Su importancia ecológica los convierte en un objeto de estudio imprescindible en la biología marina.

Tuve la oportunidad de sumergirme en el mundo de los nudibranquios durante un programa de voluntariado en Madagascar con la organización Marine Conservation Research International (MRCI). Durante nuestras inmersiones diarias, nuestro objetivo principal era localizar nudibranquios en su entorno natural. Esta tarea requería una atención minuciosa, ya que muchos de ellos son expertos en camuflarse entre corales, algas y esponjas. Una vez encontrados, utilizamos una cámara submarina para grabarlos y documentar sus características. Uno de los aspectos más desafiantes de esta labor era medir su tamaño; para ello, colocamos una regla junto a ellos mientras los filmamos.

El trabajo no terminaba bajo el agua. De regreso en el campamento, revisamos los videos para identificar las especies encontradas utilizando guías especializadas. Cada nudibranquio observado era registrado en un logbook, donde anotamos su tamaño, ubicación y otros detalles relevantes. Este registro sistemático no sólo contribuía a la investigación de la biodiversidad local, sino que también ayudaba a entender cómo factores como el cambio climático y la actividad humana podrían estar afectando a estas especies.

A diferencia de otros moluscos, los nudibranquios han perdido su concha durante su evolución, lo que les ha permitido desarrollar una variedad de adaptaciones. Sus colores vibrantes no solo son un atractivo visual, sino también una estrategia de supervivencia. Algunos utilizan la coloración aposemática para advertir a los depredadores de su toxicidad, mientras que otros imitan su entorno para camuflarse. 

Los nudibranquios juegan un papel crucial en los ecosistemas marinos. Al alimentarse de esponjas, anémonas y otros organismos, contribuyen al control de sus poblaciones y a la salud de los arrecifes de coral. También son indicadores biológicos de la calidad del agua, ya que su presencia y diversidad suelen estar vinculadas a condiciones ambientales específicas.

Estudiar nudibranquios en Madagascar fue una experiencia muy enriquecedora. No solo me permitió desarrollar habilidades técnicas en investigación marina, sino que también me hizo consciente de la fragilidad de los ecosistemas marinos y la importancia de su conservación. Cada inmersión era un recordatorio de la complejidad y belleza del mundo submarino, así como de nuestra responsabilidad de protegerlo.

Los nudibranquios, con su variedad infinita y su papel fundamental en los ecosistemas, nos enseñan que incluso las criaturas más pequeñas tienen un impacto significativo en el equilibrio del planeta. Continuar estudiándolos y protegiendo sus hábitats es crucial para garantizar que las futuras generaciones también puedan maravillarse con estos dragones del océano.

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